Una persona sufre FOMO cuando siente miedo o temor a estar desconectado de su vida virtual. Cuando su dependencia a Internet es evidente, por ejemplo, sintiendo ansiedad cuando pasa cierto tiempo sin estar conectado, teniendo pensamientos recurrentes de estar “perdiéndose algo”. Cuando perdemos el control, o existe un deterioro de nuestra vida social o calidad de vida en general por estar enganchados, cuando a pesar de ser conscientes del daño seguimos conectados y negamos que el problema exista porque no somos capaces de pararlo somos susceptibles a sufrir el síndrome de abstinencia y por esto podemos asumir que tenemos dependencia, somos adictos a Internet y como base puede existir ese miedo a perderse algo o FOMO.

Las personas que constantemente comentan estados ajenos o propios, ponen frases o citas suelen tener una alta motivación por aparecer, por ser atendidas por tener un impacto en los demás, buscan la atención principalmente. Suele ser uno de los síntomas de estar enganchado a las redes sociales.

 

¿Cómo podemos saber si estamos enganchados al 2.0?

En el momento que sentimos ansiedad o cierto grado de nerviosismo cuando no tenemos o prevemos que no vamos a tener acceso a Internet podemos decir que estamos enganchados. Cuántas veces habremos sacado el móvil para ver la hora y revisamos Facebook, Twitter, Linkedin… guardamos el móvil… ¡y no sabemos qué hora es! ¿Cuántas veces encendemos el portátil y la primera página que abrimos es una red social que dejamos siempre abierta? ¿Cuánto tiempo puedes estar resistiéndote a un aviso de actividad en tu cuenta? Todos estos serían signos de cierta dependencia hacia las 2.0.

Hay personas que tienen la necesidad de estar continuamente activos en estas redes o simplemente encuentran que quieren compartir su día a día con el resto de amigos o contactos. Otras quizá quieran mantenerse en el centro de atención, o busquen algún tipo de impacto social. Otras quizá tengan la actividad como rutina y la repitan día tras día. Otras se sientan solas…

 

Síntomas de FOMO

  • Ansiedad en caso de olvidarse el smartphone en casa.
  • Pensar que en cuanto salga alguna reunión o evento, por ejemplo, se va a encontrar nuevas actualizaciones y alertas y esta sea una motivación para acortar el tiempo de estas.
  • Comprobar Facebook cada cierto tiempo, por ejemplo cada 30 minutos y si se deja de hacerlo le invade una sensación de que se está perdiendo la diversión o la realidad de lo que pasa en sus círculos.
  • No pasan más de 5 minutos desde que se encuentra un aviso de actividad y lo revisa.
  • No poder salir a algún sitio de vacaciones sin asegurarse de que va a haber wifi.
  • Pensar que el no recibir “Me gustas” o lo que es lo mismo la atención de sus seguidores o amigos es un síntoma claro de que algo no va bien.
  • Tener en la pantalla del móvil primero los iconos de redes sociales que otros importantes para facilitar su accesibilidad.
  • Tener una vida social virtual más rica que en persona. Se les da mejor comunicarse en redes que en persona, llegando a preferir reforzadores virtuales que gestos personales.
  • Pasar muchas horas navegando por redes sociales, buscando reforzadores y viendo los eventos externos que hablando con familiares y amigos.
  • Mirar las redes sociales nada más levantarse y al acostarte.

 

Tips para evitar el FOMO

  • Analizar los síntomas de FOMO y echar una cuenta de los que cumplimos para ser conscientes del tiempo que estamos conectados, enganchados y del tiempo y atención que le dedicamos.
  • Comparar este tiempo con el que disponemos en todo el día y del que nos queda para socializarnos personalmente y sacar estadísticas objetivas para tener una idea de lo que nos supone.
  • Pensar si estar conectados en redes sociales nos evita compartir un café o un refresco cara a cara con personas.
  • Pensar si nos expresamos mejor con caras creadas que con la nuestra propia.

 

 

 

Share

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *