¿Sabes cuáles son tus derechos?

Todos tenemos una parte interior cuyo contenido nos resulta difícil de descifrar, hablamos de nuestro mundo emocional. A veces nos vemos envueltos en situaciones en las que, por ejemplo, amamos a quien nos perjudica o no defendemos lo que queremos, nos resulta difícil conciliar el sueño o incluso nos convierte en personas agresivas o sumisas.

La búsqueda del equilibrio interior mediante el establecimiento de una relación sana, tanto con el mundo que nos rodea como con el propio mundo interior, tiene como objetivo conseguir autonomía y satisfacción personal, claves para una vida plena y feliz.

Todos tenemos derechos, los siguientes puede ayudarte a no exigirte continuamente más y más.

  • Derecho a sentirse relajado y disponer de tiempo para uno mismo, independientemente de las obligaciones laborales, familiares u otras.
  • Derecho a, algunas veces, anteponer egoístamente tus necesidades a las de los demás.
  • Derecho a estar solo de vez en cuando, aunque los demás deseen su compañía.
  • Derecho a arriesgarse y cometer errores (ya sea cocinando, comprando o practicando tu deporte favorito).
  • Derecho a cambiar de opinión o criterio sobre las cosas y las personas.
  • Derecho a cambiar de imagen e, incluso, de estilo de vida.
  • Derecho a decir «no lo sé».
  • Derecho a sentirse útil para los demás.
  • Derecho a decir «no me importa».
  • Derecho a pedir ayuda cuando crees que la necesitas.
  • Derecho a enfadarse cuando uno está enfadado.
  • Derecho a estar harto de un montón de cosas.
  • Derecho a tomar decisiones ajenas a la lógica.
  • Derecho a no tener que aguantar a tanta gente pesada.
  • Derecho a decidir si nos incumbe o no la responsabilidad de encontrar soluciones para los problemas de otras personas.
  • Derecho a protestar por un trato injusto.
  • Derecho a no dar razones o excusas por nuestro comportamiento.
  • Derecho a interrumpir para preguntar o pedir una explicación o decir «no lo entiendo».
  • Derecho a buscar nuevos caminos.
  • Derecho a recibir el reconocimiento formal por el trabajo bien hecho.
  • Derecho a no tener que justificarse siempre ante los demás.
  • Derecho a estar sin hacer absolutamente nada.
  • Derecho a no tener que estar siempre hablando y opinando.
  • Derecho a no tener que ser siempre ingenioso y gracioso.
  • Derecho a estar triste cuando no se está alegre.
  • Derecho a estar alegre cuando no se está triste.
  • Derecho a no tener que anticiparse siempre a las necesidades de los demás.
  • Derecho a no responsabilizarse siempre de los problemas de los demás.
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